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Música y viajes: la mejor combinación

Suponemos que estaréis de acuerdo con nosotros cuando digamos que un buen viaje tiene que tener como aliado una buena banda sonora que haga más llevaderos los largos trayectos o las esperas en los transbordos. Naturalmente sabéis que promovemos como siempre las relaciones humanas e intentamos que los diferentes singles o personas independientes que reserváis vuestros viajes con nosotros forméis un buen grupo.

Sin embargo hay momentos en los cuales simplemente nos apetece relajarnos y desconectar, ponernos los auriculares y escuchar nuestra música favorita y dejarnos transportar por ella. Ya no decimos nada cuando viajamos en un automóvil o transporte en grupo, subimos la radio y nos ponemos todos a cantar a pleno pulmón. En este artículo recopilaremos algunos vídeos musicales, que a nuestro juicio, bien podrían evocar en nosotros algunos de los paisajes o ciudades más demandados este verano. ¿Nos acompañáis? Pues subid el volumen para una descarga de buena música. Comenzamos…

Viajes de película

A la mayoría de los mortales nos gusta el cine. A algunos más que a otros. A nosotros nos apasiona el cine y los viajes por ese motivo vamos a recorrer algunos de los escenarios más espectaculares que se encuentran relacionados, o en los que se han rodado, verdaderas maravillas del séptimo arte.

¿Estáis preparados? A partir de este momento por favor pongan sus móviles en silencio, abran una bolsa de palomitas y procederemos a bajar poco a poco las luces de la sala para comenzar un recorrido que te dejará sin aliento.

Nadar con delfines… en libertad

Creo que no hay nadie a quien no le fascine la mirada y la sonrisa de los delfines. Es uno de esos animales por los que todos sentimos especial simpatía y soñamos siempre con nadar junto a ellos. Dejar que jueguen con nosotros y nos fascinen con su espectáculo de saltos, giros y piruetas.

Este sueño se puede hacer realidad, pero nunca, nunca, jamás penséis en un delfinario, un zoo o cualquier lugar donde estén recluidos en una cubeta (por más que quieran darle sensación de “gran tamaño”), donde están hacinados, encarcelados, tristes… O peor aún. No han conocido la libertad.

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