Un Viaje a Georgia en Solitario

En este post hablaremos sobre un viaje a Georgia que realicé en solitario, que quizá no es el destino más común ni el más atractivo, pero es un país con la capacidad de sorprender a cualquiera. Eso sí, de momento, no está disponible en ViajarSolo, ¿pero quién sabe?

Todo comenzó una noche de febrero cuando me di cuenta de que no sabía nada sobre este país, de repente empecé a investigar sobre él y desde casa, ¡me sorprendió! No dude ni un segundo y ya había comprado vuelos para el mes de septiembre, o sea que quedaba una larga espera para poder disfrutar del viaje.

 

¿Cómo llegar a Georgia?

Cogí el vuelo a través de Georgian Airways, realizan vuelos directos desde Barcelona a Tbilisi a un precio razonable. Sabía que también existían rutas alternativas, como Barcelona-Kutaisi que comercializa Wizz Air con precios más asequibles. Que remedio, la decisión ya estaba tomada.

Tras una espera de más de 7 meses, por fin llegaba la hora de volar, la hora quizá no era la mejor (22:30) pero fue debido a un cambio de horario por parte de la compañía. Llegué a la capital georgiana a las 5 de la madrugada, sin retraso alguno, y resultó ser que casi todas las instalaciones del aeropuerto estaban abiertas. Saqué algo de dinero en efectivo (recomiendo llevar una tarjeta de débito para viajar tipo Revolut) y me dirigí a la parada de bus para ir al centro de la ciudad, donde me alojaría por 4 noches (los precios son muy asequibles). Si tenéis la posibilidad, alojaros en Fabrika, una antigua fábrica soviética.

 

¿Qué hacer en Tbilisi?

Después de descansar un poco, salí y resultó ser que Tbilisi, la capital del país, es una ciudad con muchas cosas para hacer. Desde pasear por la Ciudad Vieja, relajarse en los baños de azufre, degustar la cocina local, visitar la catedral de Tsminda Sameba o dar un paseo por los parques de la ciudad, accediendo a través de los telesilla.

Los alrededores de Tbilisi también ofrecen varias excursiones de 1 día, como visitar un complejo religioso en la frontera con Azerbaiyán, trasladarse a Mtskheta, la antigua capital, o por ejemplo, visitar Borjomi, una ciudad donde embotellan agua mineral con el mismo nombre.

Por suerte, pude realizar muchas de las actividades mencionadas, pero mi consejo es ir durante unas semanas al país para poder explorar con tiempo todo de forma más relajada.

 

El Gran Cáucaso

Después de unos días en Tbilisi, realicé un viaje que no te puedes perder, el de visitar las montañas. Si te impresionan los Pirineos, ¡el Cáucaso te va a dejar alucinado! Por lo tanto, ve a la estación de Didube y pide sitio en una Marshrutka, el transporte de los georgianos. El viaje desde Tbilisi a Stepantsminda dura unas 3 horas y la conducción en este país es bestial. Eso sí, si te encuentras en Kutaisi, mejor dirigirse a Svaneti.

En Kazbegi, podrás ver una de las imágenes más icónicas del país y disfrutar de rutas de senderismo.

Vistas del Monte Kazbek, con más de 5000 metros de altitud.

 

Más actividades en Georgia

Como ya he comentado antes, este país tiene muchísimas posibilidades. Visitar su capital y el Cáucaso son paradas obligatorias. Otros destinos muy aconsejables son Kakheti, donde es posible degustar el vino de los productores más antiguos del mundo (8000 años). Si te gusta la playa, Batumi es tu sitio, toma el sol y báñate en el Mar Negro si viajas durante el verano. En cambio, si vas durante el invierno, ve a esquiar a la estación en desarrollo de Gudauri, podrás acceder hasta los 3200 metros de altitud.

En conclusión, Georgia es un país para todos. El calor de su gente y el precio de viajar a este destino te encantará y querrás quedarte más tiempo. Desde mi punto de vista, quedarse 1 mes es clave para recorrer el país y exprimir tu viaje.