Un extraño lugar donde, de repente, el mar en el que flotabas desaparece y el barco queda varado en la arena y tú puedes salir caminando.
Un gran barco clásico, precioso, patroneado por un Capitán holandés superdivertido, que toca la guitarra, canta, y hace participar de su alegría inacabable: Alberto va a hacer que disfrutes a tope de tus vacaciones en un entorno increíble ¿Vienes?
MARÍA J. M. E.
Yo elegí este viaje porque soy muy curiosa he viajado mucho,pero nunca en un velero de ese calado,con lo cual a pesar del mal tiempo y de las horas de navegación a vela que esto nos impidió pude descubrir el placer de navegar a vela y no a motor o en enormes cruceros que parecen ciudades. Dicho esto también sentí no poder llegar a los bancos de arena y ver mareas de cuatro veces al día y perderme uno de los puntos más importantes del mundo en el ecosistema de todo el planeta.
El hotel en Amsterdam tenía una situación maravillosa,aunque la recepción fué lenta y caótica.
El grupo resultó ser majo y simpático cuando estábamos en el velero, una vez que salíamos a visitar algo yo no fuí muy a menudo con ellos, prefería ir a mi aire sobre todo en Amsterdam. Nuestras edades eran muy diferentes y también nuestros gustos.
Enviada el 2 de septiembre de 2019