Praga es una cuidad tan bonita. En verano con buen tiempo es muy agradable pasear por sus calles de edificios señoriales y donde entras en los soportales a unas placitas encantadoras llenas de garitos. La comida regular y sus gentes muy mal educada en los restaurantes. El paseo por el río precioso. El hotel muy decadente pero con su puntazo muy cerca del centro y con habitaciones enormes y cómodas. Lo malo, los vuelos. Mal horario y mucho retraso.

Enviada el 30 de agosto de 2024